Quería escribir fuerte, estoy molesto, me duele la hipocresía, me duele creer que conoces a alguien y darte cuenta que no es así.
Me duele la sonrisa fingida, el saludo obligado, la conversación impuesta…
Me duele que te vean a los ojos y saber que te mienten descaradamente, que no les eres grato, pero fingen que si…
Me duele ser prudente, mis emociones quieren confrontar; pero en alguien debe de caber la prudencia…aunque se que llegara el momento de hablar…
Es aquí donde me pregunto: y la amistad?, donde quedo la confianza para hablar? Donde quedo la integridad que con palabras pretenden demostrar?...no es que sea perfecto, pero soy responsable de todo lo que digo…y como todos…también estoy aprendiendo. Cuando se falla, se pide perdón…
“…pero los acusare con la luna, para que los castigue el sol, porque en este mundo humano, todos la pagan sin excepción”
Te aprecio... pero no sé cómo apreciarte.
ResponderEliminarTe quiero... pero no quiero que pienses que te quiero.
Te amo... pero por eso es que no te amo tanto.
Quisiera estar contigo... pero hay algo que me dice que es mejor no estarlo.
Te escribo... pero es mejor que nunca lo leas.
Me volví a perder en la delicadeza de tus palabras.
Volví a cerrar los ojos cuando debía resistirme en su lugar, a ruda indiferencia.
Volví a sentir el suave rastro de tus versos acariciar mi rostro como la brisa fresca de aquella mañana.
Volví a beber aquel narcótico prohibido de lo imposible, lo real, y su fragancia a ese perfume...TU perfume.
De nuevo volví a cometer el mismo patético error que me llevó a caer en esta patente oscuridad... y más allá.
Detesto amarte tanto. Lo detesto con todo mi corazón.
Detesto que la noche siempre traiga a la luz los más profundos recuerdos.. ilusos, hermosos, repugnantes, perversos, detestables-
de tus miradas indiferentes y mis sueños infinitos.
Volví a meter la pata en la sospecha y ahora río de nuevo hasta el fondo, detrás de frías lágrimas decepcionadas.
Y tú, aquél quien dice SER, ¿dónde estás?
Y tú, aquel quien asegura fidelidad incondicional, ¿dónde te encuentras?
Y tú, aquel que se arrodilló delante de mi y tomó mi mano diciento "juntos para siempre"... ¿a dónde te has ido?
¿Por qué ya no sé si a qué ni de quién hablo?
¿Por qué me tropiezo entre los espacios de las palabras?
¿Por qué las letras súbitamente carecen de sentido?
Te necesito, y ya no sé dónde hallarte..
Porque .. he caído. Al fondo.
Y ya no conozco el camino de regreso.